domingo, 20 de noviembre de 2011

DIDÁCTICA PARA GOURMETS - Marta Glinka

Después de leer el texto, puedo decir que en un futuro me gustaría ser una “buena anfitriona” docente; seleccionando cuidadosamente el “alimento al que invita”, ósea elegir cuidadosamente los contenidos que voy a ofrecer a mis alumnos, poder satisfacer sus deseos, y si es posible dar y exigir lo mejor y en cantidad y evitar todo aquello que perturbe la armonía de lo que se presente en esa “mesa” (aula) que debe estar integrada a su contexto sociocultural.
Entonces, los docentes, somos los responsables de aquello que llevamos a nuestra mesa, a nuestra aula y también, de la forma en que “los comensales” puedan ingerir nuestros alimentos. Hoy en día, unos de nuestros problemas es la falta de interés por “alimentarse” de conocimientos, ya que muchos se dedican a brindar no más que comida chatarra y bebidas que no contienen los nutrientes necesarios para poder tener una gran diversidad de buenos conocimientos, y a raíz de esto obviamente se ah bajado de nivel, comenzamos a desnutrirnos. Sería importante por supuesto que el sistema modifique este faltante de “gula”.
Pero por otro lado, no es buena la gula en exceso,  y además el alumno, “el comensal” ha sido consecuencia de un acto dietético que lo lleva a no estar conforme con los que se les brinda y a querer tener acceso al conocimiento. Pero es importante no llegar  a la “gula, ya que disminuye las ansias a fuerza de proveer lo que consideramos malo y escaso.
Para terminar…. “NADA VUELVE AL HOMBRE MÁS INTELIGENTE QUE LA BUENA COMIDA Y EL GOZO” (B.A. Grimod de la Reynière).

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